la mujer,
con el pelo desatado,
con cruces en los ojos,
hunde el dedo en la mejilla,
piensa,
con la libertad de los hombros desnudos,
se mira,
en el mundo blanco y negro,
que ella cubre y descubre,
con su vestido-bandera,
dice y oculta más de la cuenta,
más que el canto mudo de su silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario