de almas,
terremotos en el corazón,
gigantescas olas,
inmenso fantasma del viento norte.
Intranquilidad,
ésta noche sin relojes,
sin almanaques,
ni rutas que seguir:
el devenir del cielo,
del subsuelo,
las negras voces,
sus cantos,
y lejos,
en lo espeso,
una luz titila.
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