domingo, 8 de diciembre de 2013

14

No hago más que repetir tu nombre,
garabatearlo en mil cuadros,
decirlo al viento.
Mirarte,
quedarme extasiado,
borracho,
hambriento y saciado de vos,
de tus voces,
del fugaz roce,
del tren que te trae al ritmo frenético de las cosas,
al jardín sin espinas ni rosas,
a la tierra que no es,
en tu piel sólo un adelanto,
un arrebato de pasión,
un fuego que todo lo consume,
mientras el orden se subsume:

a tus caprichos,
a tu néctar,
al abismo del que provienes,
a los ideales que no sostienes,
al vino que no pruebas,
a las redes desatadas,
a los mapas borrados de tu cara.

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