Derramada por mí
piensa la mujer
tatuada asi
murmura la piel
brillo ténue
gritan los dedos:
Libertad!
cadenitas de oro!
belleza que sucia se ofrece!
llueve
se hunde el cuerpo
volviéndose liviano
lo negro es mas claro
aquel cuadro
el color de la sangre
la angustia que no se hízo poesía.
Ahora
cuando las cartas están echadas
el azar
se hízo tan real
destrozarse
ser humo ya
hermosa ilusión
tu rostro y el orden que se irán con ésta voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario