Puedo recorrer el paisaje de tu rostro:
Comenzar desde los ojos, mirarte,
escrutarte el alma.
Silencio.
Dibujar con los dedos sobre tus labios,
darle fuego a tu palidez,
hundirme en la tierra de tu piel,
desaparecer,
irnos al cielo y al infierno,
en sí...
...enamorados poder ser.
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